La presión continuada que se ejerce sobre la piel cuando se está sentado o acostado origina mala circulación. se produce falta de oxigeno e inflamación. En individuos desnutridos o imposibilitados para moverse, esta falta de flujo sanguineo es la causa de perdida de continuidad de la piel, que se enrojece y se desgarra. Si no se corrige rapido la lesión se extiende al tejido, al músculo e incluso al hueso subyacente. Las ulceras pueden infectarse lo que dificulta más el tratamiento.
martes, 22 de enero de 2008
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